Fe y práctica del Budismo Verdadero

Nuestra práctica budista diaria
Ceremonia de Goyukay delegación de Tenerife

Para los nuevos creyentes que tienen poca o ninguna experiencia en la práctica correcta del budismo, la fe se podría describir como la esperanza de que se manifestará un beneficio a través de la invocación de la Ley, a la que todos los budas se iluminan, Nam-Myoho-Rengue-Kyo, delante del Gohonzon. Sin embargo, a medida que se profundiza en la práctica, desarrollamos sabiduría y la confianza de que podemos purificar nuestras vidas, cambiar nuestro entorno y manifestar la naturaleza iluminada de la budeidad en nuestras vidas. 

Por tanto, la fe se desarrolla en forma de convencimiento y el convencimiento se desarrolla mediante la prueba real que se experimenta y que nos da la seguridad de que queremos continuar practicando. 

Gongyo

Gongyo es la recitación del Sutra del Loto y la invocación de daimoku delante del Gohonzon. Los practicantes de Nichiren Shoshu han llevado a cabo la práctica de gongyo desde la época de Nichiren Daishonin y Nikko Shonin. Recitamos la primera parte del capítulo II, Hoben («Medios hábiles») y todo el capítulo XVI, Juryo («Duración de la vida») e invocamos daimoku, Nam-Myoho-Rengue-Kyo, delante del Gohonzon.

Hacer el gongyo de la mañana y de la tarde nos permite purificar nuestras vidas, establecer un estado vital de felicidad y crear el futuro que queremos para nosotros. Hacer gongyo cada día sin fallar es un aspecto esencial de nuestra práctica.

Leemos las cinco oraciones silenciosas en el gongyo de la mañana y tres oraciones silenciosas (la segunda, la tercera y la quinta) en el gongyo de la tarde.

Shodai

Shodai es la forma abreviada del término en japonés que significa «invocar daimoku». Nichiren Daishonin afirma:

Lo más importante es invocar Nam-Myoho-Rengue-Kyo y alcanzar la iluminación. (Gosho, p.1388; MW-1, p. 214)

El tema más esencial en nuestra fe y práctica es la invocación de daimoku. Cuando invocamos honestamente delante del Gohonzon, los cuatro poderes de la Ley mística se unen y recibimos grandes beneficios. Los cuatro poderes son: el poder del Buda (Nichiren Daishonin), el poder de la Ley (el Gohonzon), el poder de la fe (creer en el Gohonzon), y el poder de la práctica (invocar daimoku). De los cuatro poderes, el poder del Buda y el poder de la Ley son absolutos. Por el otro lado, el poder de la fe y el poder de la práctica no son necesariamente fuertes en todo momento. De hecho, quizás alguna vez nos saltamos el gongyo o no podemos concentrarnos cuando invocamos daimoku.

Sin embargo, cuando se unen estos cuatro poderes, nuestros deseos se hacen realidad. Por consiguiente, la cuestión importante es nuestra fuerte fe y práctica, es decir, el poder de la invocación de daimoku. Es de una importancia esencial continuar haciendo gongyo e invocando daimoku cada día, sin aflojar. Nichiren Daishonin afirma:

Si continuamos invocando decididamente Nam-Myoho-Rengue-Kyo, ¿cómo no vamos a erradicar todas nuestras ofensas u obtener la felicidad verdadera en el futuro?   (Gosho, p. 406; MW-5, p. 110-11)

La invocación de daimoku (shodai) nos permite erradicar las ofensas acumuladas desde nuestras vidas pasadas, que son las causas de nuestro sufrimiento. Este es el motivo por el cual es importante invocar delante del Gohonzon. Nichiren Daishonin enseña en «Enseñanzas Transmitidas Oralmente» (Ongui Kuden):

Nos despertamos con el Buda por la mañana y nos vamos a dormir con el Buda por la noche. Siempre estamos alcanzando la budeidad y siempre estamos manifestando el estado original. (Gosho, p. 1749, resumido)

Esto significa que, independientemente de las circunstancias que puedan surgir, jamás debemos descuidar nuestra fe y práctica delante del Gohonzon y debemos basar nuestra vida en la invocación de daimoku. A medida que nos hacemos más mayores, nos enfrentamos a muchos desafíos en nuestra vida diaria. Si continuamos invocando honestamente cada día, encontraremos sin falta todas las soluciones. Por consiguiente, continuemos haciendo gongyo e invocando daimoku, aunque tengamos que enfrentarnos a desafíos en estos momentos.

En el templo se hacen reuniones para invocar daimoku, denominadas shodai-kai, a ciertas horas del día, dirigidas por el prior. ¿Estáis participando? Aunque podéis invocar en casa, es importante visitar el templo e invocar daimoku con el prior y los compañeros del Hokkeko. El itai-doshin (muchos en cuerpo, uno en mente) es especialmente importante en nuestra fe y práctica. Aunque somos muchos en cuerpo, la aspiración de nuestra fe y práctica es la misma. Por tanto, los miembros de un templo local deberían hacer esfuerzos juntos, con una misma mente, con el objetivo de avanzar hacia el kosen-rufu y asegurar así la paz en el país mediante la propagación del budismo verdadero.

Nichiren Daishonin afirma lo siguiente sobre la importancia de itai-doshin:

Aunque hay mucha gente en Japón, les será difícil conseguir cualquier cosa debido a la desunión. En contraste, creo que a pesar de su pequeño número, como Nichiren y sus seguidores tienen el espíritu de muchos en cuerpo, uno en mente, seguro que conseguirán su gran propósito y se propagará el Sutra del Loto. (Gosho, p. 1389; MW-1 pp.153-154)

La propagación del budismo de Nichiren Daishonin en todo el mundo mediante la práctica de shakubuku es realmente una tarea desafiante. Para conseguirlo, todos los sacerdotes y creyentes laicos de Nichiren Shoshu deben de verdad practicar unidos en itai-doshin, siguiendo la orientación del sumo sacerdote. Nichiren Daishonin enseña que, si lo hacemos, aunque seamos pocos en número, podremos conseguir el kosen-rufu. ¿Cómo hacemos que nuestras mentes se unan como una única mente? Esto se consigue cuando los miembros se reúnen en el templo e invocan daimoku con el prior.

Centrándose en el Templo Principal Taisekiji, los templos de Nichiren Shoshu de Japón celebran la sesión de daimoku por el kosen-rufu a las 9 de la mañana el primer domingo de cada mes. Esta es una sesión especial para orar por el kosen-rufu. Todos los sacerdotes y creyentes laicos de Nichiren Shoshu en Japón invocan juntos al mismo tiempo que el sumo sacerdote. Si os cuesta invocar daimoku, podéis participar en la sesión de daimoku por el kosen-rufu el primer domingo de cada mes. Vuestros problemas y desafíos se resolverán y podréis llevar la vida diaria con ánimo excelente.

Para los nuevos practicantes, seguir al sacerdote cuando estáis aprendiendo a invocar es la mejor manera de aprender la pronunciación del sutra adecuadamente. Es también una buena práctica para los miembros antiguos para que mejoren su gongyo.

(Fuente: Página web del Templo Myoshinji de Nichiren Shoshu en San Francisco, EEUU.)